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domingo, 6 de mayo de 2012

Había una vez una Cumbre...



En días previos a la celebración del hilarante suceso que tuvo lugar en Cartagena, ¿Qué es lo que era? Ah sí, dizque la VI Cumbre de las Américas, se supo que habían recogido a los indigentes, a los perros callejeros y que habían restringido la presencia de prostitutas y vendedores ambulantes en algunas zonas de la ciudad (Ver link). Mi preocupación, de entrada, fue si todo esto volvería a aparecer, a propósito, ¿Aparecieron los perritos y los indigentes? Alguien que me informe por favor, lo otro no lo pregunto porque es más que obvio, claro que aparecieron las prostitutas, ya son hasta el símbolo nacional. Ah bueno, perdón, no son prostitutas, son “damas de compañía”, como ellas se hacen llamar. En español: dícese de un tipo de prostitución más exclusivo y más costoso, pero prostitución al fin y al cabo, de todas formas yo sigo entendiendo por prostitución lo mismo que entiende la RAE: "actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero", ¿Qué eran 800 dólares?

La payasada ésta, que por cierto nos costó 62000 millones de pesos, tuvo lugar el pasado mes de Abril y buscaba, entre muchas cosas, darle un lugar al país, mostrándose al mundo a través de “magno” evento. Todo el escándalo que suscitó giró en torno al debate de las drogas, con lo que JuanMa buscaba un protagonismo inusitado y, como siempre, se quedó con los crespos hechos. Al final, como buen descendiente de Pilatos que debe ser, dijo que el debate de las drogas lo había magnificado los medios de comunicación, que en ningún momento él lo puso como tema central. Distinto hubiese sido que le prosperara su asunto, ahí sí no hubiese mentado a los medios de comunicación y se hubiese dedicado a recorrer el mundo diciendo que él, y nadie más, fue el promotor e impulsor de dicha propuesta.

Pero bueno, al parecer nada les salió bien. Por un lado quisieron esconder los gamines en la amurallada y resulta que llegaron unos más gamines que los que acostumbramos a ver, solo que éstos hablaban en inglés y prometían cosas que no iban a cumplir. Eran una especie de híbrido entre gamines y politiqueros colombianos, con la pequeña diferencia de que eran estadounidenses. Al parecer, estos señores repitieron la historia del incidente de “la tajada de sandía”, parece que se les volvió costumbre y les quedó gustando después de habernos quitado Panamá, ¿Qué consecuencias podría tener esta vez?

Lo peor que nos puede pasar es que se dispare el turismo en Cartagena, no falta, quien quita que se vuelva un paraíso para la prostitución y así salgamos de pobres, ya Dania nos enseñó que es buen negocio, por lo menos ella no le come cuentos a asuntos de tabús y complejos, aunque en mi reducida cosmovisión de casi monja me parece un poco más liberal de lo normal, pero le respeto su concepción de mundo, es su vida a fin de cuentas, ella por lo menos es inteligente, aplica la lógica inversa a nosotros: explota a los gringos y les quita el trabajo (ya Playboy le anda haciendo ojitos).

Y quién lo diría, este episodio incómodo, escandaloso y demasiado carnal, terminó convirtiéndose en el escándalo más grande del servicio secreto de los Estados Unidos y en la novela más mala de toda nuestra historia (y eso que todas nuestras novelas son malas); estoy segura que de todo esto saldrá una película de Hollywood y una novela de Colombia, no lo dudo.

Pero bueno, el debate que se supone nos debe interesar a los colombianos es ¿Qué fue todo esto? ¿Qué nos dejó? Y bastaría mirar qué rayos fue eso. Para mí, la Cumbre nos dejó con un hueco de 62000 millones de pesos más los 800 dólares de Dania, una pequeña modificación al himno Nacional y con la misma ausencia de dignidad que siempre nos ha caracterizado. Pero no todo fue malo, logramos posicionar a una colombiana más a nivel internacional, estoy segura que se hará famosa desnudándose para revistas internacionales. En conclusión, lo único interesante de la Cumbre fue el escándalo de Dania y su amante bandido.